sábado, 23 de mayo de 2009

Cuando las cosas se tuercen.

Cuando no sabes por dónde salir y te encuentras en un aprieto.
Cuando te has peleado con tus padres y te han echado de casa.
Cuando tus amigos te han dado de lado y te has quedado solo.
Cuando tu familia opina que eres la oveja negra carbón.
Cuando te has caído por las escaleras y te has dislocado el tobillo.
Cuando hay una tormenta y se rompe la ventana.
Cuando empieza a llover justo cuando sales a la calle, en manga corta y sin paraguas.
Cuando tu maravilloso puzzle de Victoria Francés está casi acabado pero no encuentras dos piezas.
Cuando se te rompe tu chaqueta favorita.
Cuando pierdes la inspiración.
Cuando quieres tirarte por esa ventana tan bonita que está abierta.
Cuando se va la luz.
Cuando no tienes cobertura.
Cuando se te queda el boli sin tinta.
Cuando te equivocas de bote y te echas el de henna pensando que era champú.
Cuando se rompe el calentador.
Cuando el agua se estanca.
Cuando te castigan por nada.
Cuando tienes siete exámenes en un día.
Cuando tú misma tan segura de que ibas a sobrevivir coges y dejas a tu novio pensando que estarás mejor sin él y a los dos días le ves tan contento el mismo día que cumpliáis diecisiete meses mientras que tú te quieres pegar un puñetazo por haber sido tan idiota de creer que estarías tan feliz.

¿Qué haces?

Sonreír.