domingo, 21 de diciembre de 2008

Llevo mucho sin escribir lo que pienso...

Acabo de recordar que tengo blog. Casi nunca leo lo que pongo. Lo gracioso es que la gente no pasa por aquí, así que puedo escribir lo que quiera. Puede ser porque nadie sabe que tengo blog, porque no lo he dicho, pero bueno, tampoco tengo mucho que expresar ( o sí, pero no hay tiempo ni ganas).
Últimamente he estado pensando mucho sobre la vida. Es lo de siempre, ya, pero que le voy a hacer si no sé cómo vivir. Tengo que elegir cosas que van a marcar mi vida...desde tan pronto...no quiero ceñirme a que tengo que hacer esto, o lo otro. Solo quiero poder hacer lo que quiera, con quien quiera y cuando a mí me dé la gana. Lástima que no pueda. Se acerca la navidad y a mí me parece un descanso más, lo mismo que las vacaciones o la semana santa. No haré nada especial.
Tengo ganas de que alguien me quiera...pero de verdad...quiero querer a alguien, morirme por una persona...A veces me da la sensación de que soy un poco masoca...pero qué puedo hacerle.


Dejo...una de mis rayadas.

Su vida dejó de tener sentido cuando supo que no le quería. Vio como aquella voz que le prometió hace unos meses que jamás se separarían, que nunca dejarían de amarse se desvanece, dejando un vago recuerdo de amargura. Observa como abraza a una chica que creía amiga hace dos días. Se odia a ella por querer de manera desmesurada al que creía que era su amado. Se odia por pensar que podía confiar en aquella persona que en su día fue su amiga. Les odia a ambos...por hacerla creer un día que jamás se separarían, que siempre estarían unidos...que siempre se querrían. Los recuerdos de un pasado un tanto alegre se van amontonando en su memoria, son tan aparentemente bellos pero a la vez tan dolorosos que no puede evitar que una lágrima rebelde resbale por una de sus mejillas, ella intenta ignorarla, como a su sufrimiento, pero lo ve tan lejano...
Por primera vez en mucho tiempo, mira a su antiguo amado a la cara y él le mantiene la mirada. Por un segundo, ella cree que siente lo mismo...pero él, tras unos segundos, se limita a apartarle la mirada y decir a su chica lo mucho que la quiere. Ella le sonríe, dice que jamás se separarán.
La expresión de la sufridora cambia por completo. Es lo mismo que su amado y ella juntos vivieron. Es lo mismo que se decían. Su final...será exactamente el mismo.

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